domingo, junio 16, 2013

Encerrada (John Carpenter's The Ward, 2010)

Con dos años de retraso y directa a DVD, en 2012 llegaba a España Encerrada, el esperado regreso de John Carpenter a la pantalla grande, y a su género predilecto; el horror. Se esperaba mucho de esta cinta, dado quien la firma, y al parecer ha causado alguna que otra insatisfacción entre los fans del maestro.

El guión corre a cargo de Michael y Shawn Rasmussen, que por su corta carrera, pareciera que son simplemente dos principiantes con la inmensa suerte haber tenido a John Carpeneter al frente de su floja historia. En ella conocemos a una joven (Amber Head) que despierta en una institución psiquiátrica sin recordar qué le ha llevado allí, y que no tardará en ser acosada por el fantasma de una antigua paciente fallecida en el centro.


Aun ceñida a los parámetros del cine espectáculo de nuestros días, apreciamos desde los primeros minutos la mano de un director experimentado que conoce todos los  recursos del género que maneja. Ningún plano está de más, y ningún efecto es en vano. Así, The Ward inicia su recorrido con paso firme y sin escalas.

No es sin embargo, una carrera de fondo. Conforme avanza, el film cae en una serie de tópicos que huyen de toda sutileza y/o sugestión. Llegamos a pensar que Carpenter ha perdido su genio, pero uno se pregunta si no será culpa del guión. En cualquier caso, todo el segundo acto me resulta innecesariamente dilatado y falto de emoción, incluso teniendo un par de muertes (por perforación ocular y electrocución) muy resultonas.




Quizá lo mejor de la cinta sean esas dos escenas, además de un correcto trabajo del elenco y una la cuidada ambientación, que sitúa la película en los años setenta, pero de forma discreta y sin extravagancias. También es de agradecer alguna que otra referencia a Alguien voló sobre el nido del cuco, ya sea en el diseño de los sets o en el personaje interpretado por Susanna Burney (una enfermera muy parecida a la que le valió el oscar de Louise Fletcher).

Poco antes del final deseé que al menos, como ocurre en casi todo el cine de terror actual, la trama me sorprendiera con un giro inesperado. Pues sí, el desenlace colmó mis expectativas ofreciendo una revelación que, si bien no es del todo novedosa, a mi me resultó de lo más gratificante.

En resumidas cuentas; John Carpenter se limita a cumplir, y salvo un par de aciertos, el film es de lo más convencional, y desde luego el más impersonal de toda su filmografía. Como fuere, aún se muestra capaz de lograr varias escenas de impacto. Si Carpenter sigue en activo los próximos años, supongo que sólo será cuestión de encontrar un buen guión que no le haga ceñirse tanto a los modos de representación actuales como este.

No hay comentarios: