sábado, enero 17, 2015

Absentia (Mike Flanagan, 2011)

Trás una dilatada experiencia dirigiendo televisión, Mike Flanagan da el salto al largometraje con esta cinta de terror lovecraftiano low cost, subvencionada mediante crowfounding y galardonada con varios premios en festivales.

El marido de Tricia, Daniel, se encuentra desaparecido desde hace siete años, por lo que las autoridades deciden darle por fallecido. La hermana menor de Tricia, Callie, decide irse a vivir con ella mientras ésta trata de seguir adelante. La fuerte unión de ambas hermanas comienza a resquebrajarse cuando, cada una a su modo, empiezan a experimentar sucesos paranormales vinculados a la desaparición de Daniel.


Aun bajo el manto de la mitología de Lovecraft, Absentia opta por un enfoque intimista centrado en los personajes, logrando una fuerte identificación primaria. Se vale para ello de un buen uso del diálogo y unas interpretaciones entre correctas y muy buenas, especialmente Courtney Bell, como Tricia (que interpretó su personaje estando realmente embarazada de 7 meses) y Dave Levine, en el papel del detective Mallory.

Esta atmósfera sugestiva, remarcada por un montaje pausado y una música monocorde, es frecuentemente rota de manera abrupta con apariciones veladas de monstruos insectoides, y efectos físicos de casquería. Como en las novelas de Lovecraft, Flanagan opta por no mostrar los horrores de forma directa, sino permanentemente ocultos y entre sombras. Si bien al principio hay dos o tres golpes de efecto, hacia el ecuador del filme, el director busca que asumamos las apariciones como algo cotidiano, prescindiendo cada vez más de la anticipación y volumen alto, para contraatacar en el acto final con tanto artificio como le permite su reducido presupuesto. En cualquier caso, siento decir que no me asusté siempre que Flanagan hubiera querido. Quizá el montaje de esos sustos iniciales requería un cierto algo más, o quizá soy perro viejo y he visto demasiadas películas de terror. 
Sí, el bajo presupuesto se hace palpable, pero no para mal; la puesta es escena es austera, la iluminación academicista, y los efectos visuales escasos. Con todo, no hay errores graves y se nota que tras las cámaras hay gente que conoce bien el cine y su lenguaje, llevándonos desde el auténtico horror film norteamericano hacia el cortometraje intimista basamentado en los actores y el guión. Solo alguna escena demasiado explicativa (y mil veces vista en otras películas), demasiado 'cinematográfica', si se quiere, me sacó por un momento del tono que hasta entonces tenía el film (cuando Callie expone su investigación a Tricia).

En defintiva, Mike Flanagan ha logrado una cinta inquietante por momentos y formalmente correcta. Quizá algunos puedan quejarse de alguna leve caída de interés, un tempo excesivamente lento o de ser una película confusa y poco reveladora, pero en mi opinión, el film tiene el ritmo y el tono adecuados y profundiza hasta dónde es necesario, dejando a nuestra imaginación la mitad de la tarea. Como fuere, Flanagan demuestra un cierto savoir faire, se muestra respetuoso con el legado de H. P. Lovecraft y consiguió tenerme interesado.