domingo, mayo 29, 2011

Starman (1984)

Starman (1984) es una de esas películas con las que cuesta ser objetivo. Creo que sólo la he visto unas cuatro ó cinco veces en mi vida. La primera vez sólo tenía seis años y recuerdo perfectamente que unos vecinos la habían alquilado y la trajeron para verla en mi casa. No se convirtió, como otras, en un clásico de mi infancia, pero de alguna forma, siempre ha estado ahí.

La película tiene como punto de partida, la venida de un alienígena a la Tierra, en respuesta al lanzamiento de la sonda Voyager 2. El extraterrestre (Jeff Bridges), habiendo tomado la forma corpórea del difunto marido de Jenny Hayden (Karen Allen), convence a la mujer para atravesar los Estados Unidos en busca de la nave que vendrá a recogerle. Si no llegan a tiempo, la nave se marchará, y la forma humana morirá, arrastrando consigo al extraterrestre que la ocupa.

Si en mi crítica de Los Inmortales dije que su guión está reducido a la esencia del storytelling, el de Starman se mueve en las mismas lides. El texto, de tan “esencial” acaba siendo pobre, típico y previsible. Una lástima, porque la película tenía elementos para convertirse en un clásico.

Karen Allen (bastante popular por su rol de Marion Ravenwood en En Busca del Arca Perdida), con su extraña belleza fuera de los cánones de Hollywood, y su sincera interpretación, fue capaz de crear un personaje convincente y conmovedor. A pesar de ello, su rol de Jenny Hayden queda totalmente eclipsado por el enorme talento de su pareja interpretativa, Jeff Bridges.


Y es que Jeff Bridges es mucho Bridges. Incluso en una película familiar destinada al público de masas, el actor logra una actuación inspiradísima y arrebatadora. Su composición de este ingenuo extraterrestre es sobresaliente; nos hace reir y llorar a partes iguales en lo que es sin duda una propuesta de gran originalidad, que bien le valió su tercera nominación al Oscar.

Otra pieza maestra fue John Carpenter, uno de los realizadores más respetados del genero fantástico, autor de títulos tan destacados como La noche de Halloween o En la boca del miedo. No logró sin embargo imprimir sus señas de identidad en un film que, a pesar del entusiasmo de los actores protagonistas, pronto hace gala de una serie de tópicos narrativos que se me antojan muy gastados incluso para la época en que se rodó.

Claro ejemplo de ello es la naïf representación del poder opresor establecido, que pronto se interpondrá en el camino de nuestros héroes. Un ente apenas trazado, que se nos muestra como un grupo de aborregados e implacables funcionarios del gobierno. El argumento no ofrece ninguna justificación creíble para la maldad que ostentan estos tipos en los últimos minutos del film, cuando no dudan en abrir fuego sobre Jenny y el alien sin que todavía sepamos muy bien por qué.

También asiste a la cita un personaje bastante clásico; un astrónomo enrollado, ecologista y apasionado, que se avergüenza al ver cómo se manejan sus colegas de la CIA, y que en última instancia se rebelará contra ellos, en favor de nuestros héroes. A pesar de las limitaciones del personaje, Charles Martin Smith (aquel nerd que aparecía en American Grafitti, ahora ya más crecidito) consigue transmitir simpatía y esperanza, y por ende, ganarse el favor del público.

Lo más acertado de la película, quizá sea la fuerte química de la pareja y la emotividad que transmiten. Por otro lado, la ingenuidad y torpeza del alien para pasar inadvertido, da pie a un fino humor usado en su justa medida.

Aunque su desenlace abierto presagiaba la posibilidad de una segunda parte, ésta llegó únicamente en forma de serie de televisión; la chica no aparecía, y Jeff Bridges fue sustituído por Robert Hays (Aterriza como puedas).

Emocionante y divertida por momentos; el conjunto no llega a funcionar por la acusada falta de credibilidad, pero agradará al espectador que busque la simple evasión con buenas interpretaciones y cierto regusto nostálgico.

3 comentarios:

Francisco dijo...

Pues a mí la película sí me funciona, principalmente debido al honesto clasicismo narrativo de Carpenter (acuérdate de lo bien resuelta que está la vuelta de Starman con los suyos, con esa iluminación tan minimalista y ese plano final de Karen Allen en travelling vertical).
Es previsible, sí, pero me deja una agradable sensación de historia de amor de las de siempre bien contada y bien terminada, con un agradable envoltorio de ciencia-ficción de la época. Algo así como una versión "pseudoadulta" de E.T.
¿Y qué me dices de la banda sonora de Jack Nietzsche? Es una de las escasas veces que no la compone el propio John Carpenter, y el resultado es de una emotividad sublime... ¡me encanta! Precisamente, es el mismo compositor de otra arrebatadora banda sonora, una de mis pelis preferidas: "Alguien voló sobre el nido del cuco".
Quizá no sea lo mejor de Carpenter, pero tampoco es de lo peor. Prefiero reivindicar "Starman" antes que otras pelis de su filmografía a mi juicio muy sobrevaloradas como "Asalto a la comisaría del distrito 13" o "La Niebla".

Doctor Vertov dijo...

Debo reconocer como cierto todo lo que dices, y sí, esa despedida de Starman y Jenny Hyden es hermosa en su sencillez.

Todo lo que dices sobre "una agradable sensación de historia de amor de las de siempre y bien contada, etc.", puede resumirse en el comentario que hizo mi compañera de piso al finalizar la peli:

- Me ha encantado, al fin, ella pudo decirle adiós.

Confieso no haber estado muy pendiente de la banda sonora, pero tu comentario me trae al recuerdo el maravilloso tema principal de la serie de TV ¿Lo recuerdas?

http://www.youtube.com/watch?v=t9jWkmUlF84

Creo que muchas de las películas que comento aquí, me causaron un fuerte impacto de pequeño, por lo que al analizarlas en la actualidad puede que peque de excesiva frialdad, como si dijera "Pues no era para tanto", y sobre todo, hoy día soy muy estricto con los tópicos y con que se cumpla el "pacto de ficcionalidad", con lo que unas fuerzas de la autoridad tan someramente trazadas, se convierte para mí en un gran problema.

Con todo me encantó revisarla y es sin duda un clásico que disfrutaré más de una vez.

Francisco dijo...

Madre mía... ¡cúantos recuerdos me ha traído ver la cabecera de la serie de Starman! De niño solía verla aunque apenas tengo muy vagos recuerdos en mi memoria... sólo de más mayor me di cuenta que el prota era el mismo que el de los "Aterriza como puedas" (qué buen artículo sobre esas pelis o las de Loca Academia de Policía podías hacer...)

Cierto, la música está muy bien, pero la de la película es muy superior. De hecho, creo que Nitzsche es el autor de ambas (al menos, así aparece reflejado en wikipedia).

La serie, como ya te digo, la tengo tan lejana que apenas me acuerdo de nada, aunque no parece que el paso del tiempo la haya tratado excesivamente mal. Tan solo duró una temporadita, así que si sale el DVD será barata y no me importaría pillarla.

Respecto a la peli en sí, no es que me causara mucho impacto, pero la recuerdo con cariño de mi más tierna infancia (debía tener 5 o 6 años como mucho cuando la ví por primera vez). Recuerdo emocionarme mucho cuando Starman revive al ciervo muerto y luego se enfrenta con los cazadores...