Bajo el seudónimo de John M. Old, y un año antes de su aclamada Seis mujeres para el asesino, Mario Bava filmó La Frusta e il corpo, o The Whip and the body, como la conocerían los norteamericanos; producida conjuntamente con capital francés e italiano, la película reclutaba para el papel de villano al titán de la Hammer, Christopher Lee.
En el siglo XIX, Kurt Menliff (Lee), un cruel y sádico aristócrata desheredado por su padre, regresa al castillo familiar, mostrando aparente arrepentimiento, y con la intención de recuperar sus títulos. Tras seducir a Nevenka (Daliah Lavi), la futura mujer de su hermano, es hallado muerto y se procede a darle sepultura. Al poco tiempo su fantasma comienza a aparecer sembrando el terror en la familia Menliff.
Tratandose de Bava, estamos, como no, ante un film con un deslumbrante estilo visual, cuyo mayor atractivo radica en su cuidada fotografía colorista y su ambientación gótica. La Frusta e il corpo, cuyo coste estima IMDB en unos 60.000 dólares, logra crear una atmósfera sugestiva y perturbadora gracias principalmente a su atractivo estilo visual, remarcado por una excelente banda sonora, persistente y pegadiza, obra de Carlo Rustichelli.
Se nos hace difícil juzgar la calidad de las interpretaciones, dado que hemos visto una versión inglesa en la que no solo se suprime la voz original de los intérpretes italianos, sino que el propio Christopher Lee, ha sido doblado por otro actor. Como fuere, Lee está fantástico y logra transmitir habilmente la corrupción de su personaje. El resto del elenco está muy correcto, siendo especialmente destacable la joven protagonista Daliah Lavi, quien logra componer un personaje atormentado y al mismo tiempo tan sádico como el propio Kurt.
El principal fallo que le veo a Bava en esta película es que dilata hasta el exceso ciertas escenas de suspense, en las que no se consigue totalmente esa sensación de ansiedad perseguida. A pesar de sus escasos 83 minutos de duración, La Frusta e il Corpo se hace larga y no tiene apenas argumento. Es un whodunit en el que casi no hay una investigación activa sobre la identidad del asesino y dónde los ataques del fantasma de Kurt hacia Nevenka llegan a ser repetitivos tanto discursiva como visualmente.
Con todo, la ambigüedad moral de la cinta (excesiva para 1963), y las logradas interpretaciones de Lee y Lavi, hacen de La Frusta e il Corpo un film decididamente interesante, que incluso logra darnos algún susto puntual sin recurrir a manidos trucos de montaje y sonido. Si bien se hace densa en su tramo medio, hay que reconocerle un prólogo muy elaborado y un desenlace brutal y sorprendente.
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