John dies at the end es la última película de Don Coscarelli, quien nos diera en el pasado la admirada saga de Phantasma y algunas otras joyas inclasificables como El Señor de las Bestias o Bubba-Ho-tep.
En la calle lo llaman "salsa de soja" y transporta a los que la toman a
través del tiempo. Sin embargo, cuando algunos regresan ya no son seres
humanos. Así es como se produce una invasión silenciosa de la Tierra que
hace que la humanidad necesite urgentemente un héroe. Aquí aparecen
John y David, un par de desertores de la universidad que apenas son
capaces de mantener un trabajo. ¿Podrán estos dos seres aterrados salvar
a tiempo a la humanidad? (Filmaffinity).
Es difícil encontrar hoy día una comedia de terror tan absolutamente desvergonzada, imaginativa y al mismo tiempo inteligente y coherente con su propio universo (o multiuniversos, en este caso) como John dies at the end. Con este film, Don Coscarelli ha conseguido el más dificil todavía, al menos discursivamente. Para que me entendais; no pocas veces he empezado mis críticas con una cantinela parecida a esta: "premisa interesante y con posibilidades que se echa a perder con un desarrollo inverosímil y pedestre", pero en este caso es justamente al revés: lo absolutamente inverosimil y pedestre es la premisa, la idea de partida. Honestamente, no hay quien se la trague, y sin embargo tenemos un desarrollo realmente efectivo, gracias a unos buenos gags y un guión in crescendo que, aun con sus altibajos, provee de un beat increíblemente rítmico al montaje.
Lógicamente, tratándose de Don Coscarelli la historia resulta por momentos disparatada y surrealista, y hemos de admitir que cuesta un poco juntar todas las piezas, pero uno se queda con la sensación de haber saltado, junto con los protagonistas, a una dimensión paralela, no esa en la que habita el villano lovecraftiano Korrok, sino aquella otra que el maestro Coscarelli gobierna según sus propias reglas, que como buenos discípulos, seguro habremos aprehendido (sí, con H) cuando sorteábamos tumbas abiertas y escapábamos de esferas asesinas por los pasillos de algún mausoleo (a buen entendedor...).
En lo visual el resultado es bastante irregular. Estamos ante una serie B pura y dura (ha costado 12.000 dólares), y eso se nota en la pobre factura de algunos efectos especiales (no todos, cuidado, hay planos que son de sobresaliente). Coscarelli combina efectos físicos y maquillaje con fondos y personajes recreados digitalmente, necesitando estos últimos un mayor hervor. Sin embargo, la fotografía está realmente cuidada a lo largo de todo el metraje y su responsable Mike Gioulakis consigue darle al film un aspecto moderno y acorde al género.
Hay momentos realmente divertidos y frases para enmarcar. Aunque los dos protagonistas (Chase Williamson y Rob Mayes) no pasan del aprobado, sí que se agradece la presencia de actores de primer nivel como Clancy Brown (Los Inmortales, Perdidos)
y Paul Giamatti (Saving Mr. Banks, La joven del agua, Entre Copas) o
rostros entrañables como Angus Scrimm (el Hombre Alto en la saga de
Phantasma) o Glynn Turman (Super 8), de quien hablábamos recientemente en nuestro pódcast sobre Gremlins.
Por esa historia quizá algo desordenada y confusa; por la poca vergüenza de ciertas escenas; por la necesidad de una cierta competencia lectora y por lo comentado sobre los VFX's, John Dies at the End pudiera no ser plato de buen gusto para algunos puristas, pero en Copia Zero le reconocemos clase, inteligencia y saber hacer. Si entras en el juego, puedes pasar un rato realmente divertido.
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