Sabida mi fascinación por el género del found-footage (genero cinematográfico que articula una historia ficcional en torno a imágenes supuestamente recuperadas de alguna expedición o cobertura periodística) un par de amigos me recomendaron Europa Report, del director Sebastián Cordero.
La Europa 1 es la primera nave tripulada con destino, precisamente, a Europa, una de las cuatro lunas de Júpiter, dónde se han avistado indicios de una posible vida microcelular. Un fallo en las comunicaciones deja sin noticias al control de la misión en Tierra antes de que la nave alcance su destino. Años más tarde, el Europa 1 comienza a transmitir de nuevo. El archivo videográfico de la nave dará por fin la clave sobre qué sucedió con los astronautas destinados a tan importante misión.
A medio camino entre el found-footage y el falso documental (géneros parecidos pero con sutiles diferencias), Sebastián Cordero elabora una trama sencilla, que para esconder sus carencias narrativas, se nos presenta montada de forma no lineal, sin respetar así las normas no escritas del género, apoyado siempre en un desarrollo cronológico o, a lo sumo, en un montaje paralelo (el de los investigadores caminado parejo a las grabaciones encontradas) que retrase y genere suspense en torno a la resolución final.
Cordero se permite, sin embargo, saltos hacia atrás y hacia delante en una de las tramas, todo para que al final, el enigma pre-fabricado por este montaje, no satisfaga nuestras espectativas. La muerte del oficial científico James Corrigan (tranquilos, esto ocurre a los 10 minutos del inicio) tiene una explicación puramente anecdótica y para nada relacionada con el meollo de la historia. Casi me atrevo a decir que montado de forma lineal, hubiera sido más impactante y conmovedor.
En general, no solo la de James, sino que otras bajas e incidencias técnicas responden a causas arbitrarias, no generan giros argumentales y no hacen avanzar la trama. Obviando el impactante plano final, poco o nada se profundiza en la investigación que les ha llevado allí. "Es un mcguffin", dirían algunos, pero es que ni siquiera sirve de apoyo a un drama humano de mayor interés, como debería ser su cometido.
En lo positivo destaco las escenas introductorias, que junto a un diseño de producción realista, logran transmitir esa verosimilitud que se le exige a un falso documental, y la actuación de Sharlto Copley, aunque su papel sea demasiado parecido al que interpretaba en Distrito 9. También quisiera destacar la presencia de una de mis musas de los noventa, Embeth Davitz, (quien gave her sugar, baby, a Bruce Campbell en El Ejército de las Tineblas) que a pesar de su ausencia en grandes títulos de Hollywood, demuestra en Europa Report sus tablas como actriz seria y madura.
La película de Sebastián Cordero no llega a ser mala, pero se echa de menos el talento y la genialidad de aquellas
que el director se permite tributar. Todo recuerda vagamente a
Alien, 2001 o La Cosa, pero Europa Report no está a la altura ni
narrativa ni visualmente.
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