domingo, octubre 13, 2013

Cabin in the Woods (2012)

A menudo se habla de que tal o cual película, ha supuesto la reinvención del cine o de un género en concreto, y es bien cierto que muchas veces, esta supuesta reinvención resulta idónea para promocionar una determinada película. Exceptuando honrosas excepciones (La humanización de los gánsters de Tarantino, el western crepuscular de Clint Eastwood, la visión romántica de la mafia italiana de Coppola, o la revisión de la aventura folletinesca de George Lucas), a menudo estas supuestas reinvenciones no son más que un compendio de técnicas y prácticas cinematográficas ya explotadas que no pasa del mero homenaje, pero llevadas a su extremo, y de forma a veces más deslumbrante que brillante. De repente, y tras quedar maravillados con Kill Bill o Django de Tarantino, Buried de Rodrigo Cortés, o Gravity de Alfonso Cuarón (grandes películas a las que no discuto sus logros), pareciera que nunca existió el cine japonés, Hitchcock y su plano secuencia o el spagetti western de Leone.



No al mismo nivel, pero decididamente en el mismo juego de la reinvención, se mueve el slasher The cabin in the woods de Drew Goddar, con guión de Josh Whedon (escritor y director eficiente, que siempre ha aportado calidad a la industria, aun jugando en la liga de los blockbusters). La película empieza con una pandilla de adolescentes que van a pasar un fin de semana en una cabaña perdida en el bosque (familiar ¿verdad?). Poco sospechan que su llegada al refugio no es casual y que están siendo guiados por una gigantesca corporación que los tiene a su merced, permanentemente vigilados con micrófonos, cámaras de seguridad y gases tóxicos. Paralela a la historia de terror, se desarrolla pues una trama que revela la impostura de todos los códigos narrativos y de todas las situaciones clásicas en las que los protagonistas se verán envueltos.

Así pues, no solo se trata de referencias, sino de un auténtico meta-discurso intertextual que nos hace cómplices, poniendo a prueba nuestra memoria visual y herecia cultural, fusionando con ingenio el slasher más canalla de Sam Raimi con los textos más solemenes de Howard Philips Lovecraft. La baza principal con que juega la película, y que cobrará sentido hacia el final, es reafirmar todos esos estereotipos y ofrecernos una posible explicación y origen de los mismos.

Whedon asume su posición de narrador omisciente, ofreciéndonos no sólo el punto de vista de los protagonistas, sino mostrando desde el principio los entresijos de la farsa en la que están envueltos. Aunque sabemos más que ellos, el guión se guarda una sorpresa final que culmina primero en un clímax sangriento tan excesivo como original, y después en una fascinante revelación.

En el aspecto visual tenemos buenos efectos especiales, una fotografía correcta y sobre todo una deliciosa recreación de un buen número de perversiones que van desde los mitos clásicos y primarios (hombres lobo, zombis, los cenobitas de Hellriser, fantasmas y serpientes gigantes) hasta imágenes y conceptos de gran originalidad, especialmente ideados para la película.

Ninguno de los actores brilla con luz propia, pero todos cumplen con su cometido. Tenemos al hipermusculado Chris Hemsworth (el superhéroe Thor, el padre de James Kirk en Star Trek 2009 y novio de Elsa Pataki) y el cameo de una super-estrella clásica de Hollywood que vehicula la revelación final y sirve también para reactivar el interés en un momento en que podría decaer.



¿Reinventa Whedon el cine de terror? Sí y no. Varias veces cae en el mismo absurdo de las películas a las que alude (decidir de motu proprio que lo mejor es separarse no es más absurdo que decirdirlo a causa de un gas nocivo), pero también propone un enfoque totalmente nuevo que no recuerdo haber visto anteriormente.

The cabin in the woods ha de tomarse como un regalo a los fans más eruditos y conocedores; es una absoluta declaración de amor al género desde un profundo conocimiento del mismo, y también un delicioso caramelo de varias capas de sabor, en cuyo nucleo se encuentra la más perversa, sanguinolenta y pegajosa abominación. Después de dos años inédita en España, parece que Canal + va a promover un moderado y limitado reestreno en salas comerciales. Es la ocasión perfecta para pasar algo de miedo.

1 comentario:

carmotropica de capricornio dijo...

Tremenda. Una película brutal, lástima que no la hayan traído doblada para que la pueda disfrutar mucho más público. A mi me ha vuelto loca.