martes, diciembre 10, 2013

Entre dos mundos (Fernando González Sitges, 2013)

Estos días están siendo ajetreados para la productora mexicana Minotauro, pues se encuentra en plena campaña de promoción de este documental de carácter histórico dirigido por Fernando González Sitges (en el que también colaboran diversas entidades españolas y mexicanas) acerca de la figura mítica de Gonzalo Guerrero, el soldado y marino onubense que se convirtió a la cultura maya, rehusó ser rescatado por Hernán Cortés y combatió a los españoles, bajo el rango de jefe militar en la tribu de los Tutul.

 

Estamos ante una cinta con vocación documental, pero apoyada fuertemente en imágenes ficcionales más propias de un rodaje cinematográfico, en esa corriente a la que que cada vez más parece adscribirse el género. Así pues, no sólo se apoya en testimonios de arqueólogos e historiadores, en grabados de la época y mapas explicativos, sino que también tenemos la oportunidad de contemplar hazañas de Guerrero (interpretado por el actor David Marín) en las paradisíacas playas del Nuevo Mundo.

A pesar de este look cinematográfico, en lo relativo al rigor histórico y verosimilitud, la cinta de Fernando González se salva de cualquier sospecha o reserva, ya que asume desde un principio la dificultad de una aproximación realista, dejando claro que lo relatado proviene de cronistas e historiadores, y no todos fueron testigos presenciales de los hechos. Lo que nos van a contar es lo que consta en los archivos, no hay más.


Superado ese primer temor por mi parte, tengo que decir que disfruté bastante. Entre Dos Mundos, aunque basada en hechos reales, se pliega sin vacilar a las estructuras del cine espectáculo, reubicando y ordenando los diferentes hitos del soldado español en una estructura modélica y hasta excesivamente formulática. Dicho de otra forma, aun siendo la primera aproximación a la figura de Guerrero, no es en absoluto la primera película de "conquistadores conquistados por la belleza del nuevo mundo, sino que presenta semejanzas nada sutiles con varios blockbusters del cine americano, como Bailando con lobos, Pocahontas o la mismísima Avatar, por mencionar sólo 3 ejemplos. Esto no es necesariamente malo, ya que sin faltar a los registros, la trama gana en interés y se digiere con facilidad y familiaridad. 



A pesar de ser una producción low-cost (IMDB estima su coste en apenas 350.000 dólares), Entre dos mundos ostenta una cuidada fotografía, tanto en las localizaciones naturales de la Rivera Maya como en interiores bellamente atrezzados e iluminados. La postproducción de los elementos gráficos se me antoja, eso sí, algo apresurada.  Un mayor mimo en lo relativo al diseño hubiera dado a Entre dos mundos, un empaque visual muy superior.

Con todo, estamos ante una producción solvente y con cuerpo, con un ritmo adecuado y de un notabilísimo interés histórico, que a pesar de su reducido presupuesto, alcanza el estándar mínimo del cine documental serio.

No hay comentarios: