miércoles, septiembre 17, 2014

La casa del diablo (Ti West, 2009)

Hasta ahora, el cine de Ti West no acababa de convencerme. Su The Inkeepers, aun contando con algunos buenos momentos, me dejó algo insatisfecho. Asimismo, suyo es el fragmento Second Hooneymoon, el más flojo del filme V/H/S, aquel found footage compuesto por cuatro historias rodadas por distintos realizadores.



En el presente film nos cuenta la historia de Samantha (Jocelyn Donahue), una joven contratada por los Ulman (Tom Noonan y Mary Woronov), una excéntrica pareja que vive en mitad del bosque, para cuidar de la madre de él, mientras acuden a alguna celebración. Al poco de quedarse sola, aislada en mitad del bosque y sin posibilidad de escapar (fue una amiga quien la acercó en coche a la casa), Samantha tendrá que luchar por su propia vida contra una malignidad provinente del mismo infierno.

En The House of the Devil, Ti West nos propone un ejercicio metalingüístico ingeniosamente basamentado en el cine de terror de los años 70's/80's.  La película representa cada detalle escénico de aquella era nostálgica con una precisión abrumadora, haciéndonos dudar sobre sí realmente se ha rodado en el año 2009, y cerrándonos la boca a quienes defendíamos que Super 8 es la mejor recreación actual de aquellos años. No sólo la dirección de arte, el departamento de peluquería o el vestuario contribuyen a causar esta sensación; Ti West se ha servido además de viejos equipos de rodaje, y una cámara de 16 mm. para lograr la textura fílmica precisa de aquellas series B tan entrañables.
 

El director y guionista tampoco oculta sus influencias en el aspecto discursivo. El film acumula refererencias a prácticamente todos los títulos emblemáticos del género. Algunas de ellas manifiestas (como cuando Samantha ve por televisión La noche de los muertos vivientes); otras muy sutiles y fugaces; y algunas deben ser incluso inconscientes. Como fuere, en The House of the Devil está El Resplandor, Pesadilla en Elm Street, La Matanza de Texas, Al final de la escalera y hasta la saga de Psicosis; ya sea en forma de homenajes puntuales, el montaje, la planificación, la iluminación o incluso en la banda sonora, donde se permite guiños más que evidentes al cine de John Carpenter.

Tom Noonan, en el papel de Mr. Ulman sigue imponiendo lo suyo, y resulta de lo más convincente aun 20 años después de aquel inolvidable 'destripador' de El Último Gran Héroe. Sin duda su mesurada e inquietante interpretación es uno de los platos más apetecibles del film. Jocelyn Donahue cumple su cometido con eficacia, al igual que el resto del reparto (atentos al cameo de Dee Wallace-Stone, la mamá de Elliot en E.T. El Extraterrestre).


No obstante, aun a falta de ver alguna más de sus películas, empiezo a notar cual es siempre su debilidad; una historia que, en aras de la sorpresa y la espectacularidad, termina resultando artificiosa y algo inverosímil. Por ejemplo (¡Spoiler alert!), a los acechadores de Samantha les viene muy bien que la chica no tenga coche propio con el que escapar; y tampoco había una seguridad de que fuera a pedir pizza para la cena. Todo el plan para capturarla es demasiado complicado y falible; si necesitas someter a una jovencita indefensa, hay formas más sencillas.



Salvando ese aspecto concerniente a la narrativa, y a pesar de un segundo acto algo dilatado, el film logra generar una tensión in crescendo, salpicada de algunos sustos genuinos y un morboso deleite gore que no llega a repugnar.
The House of the Devil es, por su cuidada propuesta visual, un auténtico regalo para los devotos del género, y aun plagada de lugares comunes y algún deux ex machina puntual, logra articular una trama entretenida, alcanzando de hecho una culminación de cierto impacto seguida de un sorpresivo giro final. No aburre.