domingo, agosto 21, 2011

Super 8 (J.J. Abrams, 2011)

Por fin llegó Super 8, la esperadísima producción de Steven Spielberg, dirigida por J.J. Abrams, responsable de la serie Perdidos y director de la divertidísima Star Trek (2009). Desde los primeros teasers las expectativas sobre esta fantasía de ciencia ficción se situaron en lo más alto, lo cual implicaba en mayor o menor grado una posible gran decepción.

Me siento afortunado al poder decir que, en mi caso, no ha habido tal decepción. Super 8 es una absorbente aventura de dos horas en la que los resortes del cine-espectáculo funcionan con la precisión milimétrica de una bomba de relojería. Cierto que el argumento no es nada nuevo, pero ¿Qué guión lo es hoy en día? ¿Acaso no llevamos años sufriendo la mediocridad de interminables secuelas, reboots o remakes?

J.J. Abrams usa arquetipos narrativos y visuales a modo de sólida base sobre la que construir una historia evocadora y nostálgica que no oculta sus raices, sino que las reafirma y las lleva por bandera.


Las virtudes de Super 8 no son pocas, empezando por el acertadísimo casting, en el que colaboraron activamente el propio Spielberg y Rob Reiner, director de aquella simpática adaptación de Stephen King, Cuenta Conmigo (Stand by me, 1986), de la que Super 8 toma más de una idea.

También ayuda a la inmersión una pulcra puesta en escena y una dirección de fotografía intimista sin ostentosos filtros de postproducción (aunque con una buena provisión de destellos de lente artificiales). La música de Michael Giacchino pone la ginda al pastel con una partitura que recuerda mucho a ese otro amigo de Steven Spielberg, John Williams.

Y es que es cierto, abundan los guiños y homenajes al cine fantástico de los años ochenta. El espectador encontrará referencias más que directas a Los Goonies, Encuentros en la Tercera Fase, E.T. e incluso a Evil Dead o La Noche de los Muertos Vivientes, y si no, atentos al nombre de la ficticia planta química que mencionan los chavales en su peli amateur.


Pero igualmente, es injusto decir que el film de Abrams no aporta nada nuevo, pues el respeto y amor al cine y a los modos de narrar clásicos, la brutal sinceridad de esta película y su fino humor blanco son algo decididamente nuevo y refrescante, en el panorama Hollywoodiense de los últimos años.

Desgracidamente, pocas películas están completamente libres de fallos. El guión es a ratos predecible y poco verosímil. La resolución de algunos conflictos o enigmas es demasiado ingenua incluso para una película de género fantástico. Por otro lado, la intensidad dramática de ciertas escenas no alcanza a las las de viejas producciones de Spielberg y aunque al final si que se suelta alguna lágrima, a J.J. todavía le quedan algunas lecciones que tomar de su mentor. En lo personal, tampoco me gustó demasiado Kyle Chandler, pero supongo que será cosa del personaje, porque en King Kong (Peter Jackson, 2005) el hombre estaba inspiradísimo.
 

A pesar de todo, el guión de Abrams (con excepción de un primer acto quizá demasiado largo) se desenvuelve de forma magistral en cuanto a su estructura, su ritmo narrativo y su hábil dosificación de suspense, humor y acción. Creo honestamente que Super 8 funciona y no defrauda. No sólo da lo que promete, sino que lo hace desde una perfección formal que debería ser carnaza de estudio en universidades de cine, y eso es, como dice Charles, valor añadido.

sábado, agosto 13, 2011

Blade Runner: The Workprint

Uno de los principales atractivos de la lujosa Edición Especial de Blade Runner en Blu-ray, más allá del diseño en forma de maletín o las figuritas de plástico que incluye, es sin duda la inclusión del workprint, es decir, el copión, copia de trabajo, o copia cero de la película. Es decir, un borrador previo a su estreno en salas. Un material valiosísimo para los fans, que incluye además un audiocomentario de Paul M. Sammon, autor del libro Future Noir: The making of Blade Runner.


Se ha hablado mucho del Director's Cut de 1992 y del Final Cut de 2008, pero creo que todavía no hay ninguna página que hable profusamente acerca de esta copia de trabajo.

Así que, para rellenar ese hueco, y también pensando en aquellos fans que quieran disfrutar de esta versión con su audio original, y en aquellos que en su día adquirieron la Edición Especial en DVD (en que el workprint no viene subtitulado), he elaborado una lista con las diferencias comentadas por Sammon. Él dice haber datado unas 100, sin embargo en el audiocomentario sólo reseña alrededor de 40… una cifra que puede variar según las agrupemos como planos independientes, como un grupo de planos, o como una secuencia en total.

Empecemos:

1. El logotipo de The Ladd Company aparece sobre fondo blanco en lugar de hacerlo sobre fondo negro.

2. Los títulos de crédito muestran el nombre de Harrison Ford y el de la película Blade Runner en ostentosas letras rojas.

3. En lugar de la introducción clásica, encontramos una definición de la palabra replicante (tal como la versión primigenia del guión) según el New American Dictionary, edición de 2016.


4. En la secuencia introductoria del Hades, no está el plano detalle del ojo de Holden.

5. Tampoco está plano de transición en el que se ve a Holden (Morgan Paull) mirando por el gran ventanal, fumando un cigarrillo. En el workprint pasamos directamente del plano general al interior.

6. Cuando Holden es acribillado por Leon Kowalski (Brion James) y atraviesa la pared, hay un plano inédito en que se golpea la cabeza con un teclado de la mesa del despacho contiguo.



7. No hay narración en off.

8. ¿Recordais que aunque Deckard (Harrison Ford) pide "cuatro" de algo, el camarero oriental le dice que no necesita más que dos? Por primera vez sabemos por qué; un plano detalle nos muestra el plato de comida con dos gambas enormes.

9. Aunque la conversación con Gaff (
Edward James Olmos) ya lleva un rato, no se nos muestra la cara de Olmos hasta algo más tarde que en las otras versiones.

10. Algunos planos adicionales muestran la dificultad de Harrison Ford para comer con palillos.



11. Durante el viaje hasta la comisaría, podemos oir a Gaff hablando su particular jerga urbana multilingüe. En las otras versiones este audio se suprimió. Sammon nos explica que en el guión original, Gaft trata de intimidar a Deckard, diciéndole que no tiene agallas y bromea sobre conducir en círculos y hacer que se le caiga la comida.

12. Ya en el despacho de Bryant (M. Emmet Walsh), aunque vemos a Harrison Ford apurar su copa, en ningún momento vemos el momento en que Bryant se la sirve, esto se arregló en la versión final.

13. Cuando Deckard y Bryant repasan las fichas policiales de los replicantes huídos, una línea de diálogo extra da a entender que hay un sexto replicante, este error se subsanó en posteriores ediciones.

14. Cuando nuestro héroe llega al apartamento de León, el casero al abrir la puerta grita ¡Kowalski!, este audio se eliminó posteriormente y no aparece en ninguna de las versiones cinematográficas, si bien se ha vuelto a recuperar para el Final Cut.

15. La primera vez que vemos a Roy Batty (Rutger Hauer), poco antes de que converse con León, hay un dedo pulgar posado sobre su hombro. Este plano se "robó" de una escena posterior en casa deTyrell. Para el Final Cut, el pulgar ha sido eliminado.

18. Los FX de sonido de la escena en la que Pris (Daryl Hannah) se encuentra con J.F. Sebastian (Willam Sanderson) están levemente más altos.

19. En el mercado animal, la señora camboyana que reconoce la escama de serpiente dice un número distinto del que se puede ver en pantalla. Esto no es una diferencia propiamente dicha (también ocurre en otras versiones), pero dado que es un error bastante famoso, y ha sido recientemente subsanado en el Final Cut, he visto conveniente comentarlo.

20. Hay un plano inédito donde la cámara, montada sobre una grúa ascendente, muestra una inquietante panorámica del mercado animal.

21. Cuando Deckard entra en el bar donde actúa Zhora (Joanna Cassidy), vemos a unas strippers con unas máscaras de hockey. Aunque este plano se ha recuperado para el Final Cut, no aparecía en ninguna de las otras versiones.


22. Cuando Zhora descubre que Deckard es un Blade Runner, intenta estrangularle y luego se da a la fuga. Esta secuencia es levemente más larga en el workprint.

23. Tras retirar a Zhora, Rick pide su cena en un restaurante callejero, mientras tanto, suena la canción If I didn’t care, de los Ink Stops. Lamentablemente, esta canción que tanto gustaba a Ridley Scott no se incluyó en la versión definitiva por temas de derechos, siendo sustituída por One More Kiss, Dear, compuesta por Vangelis y Peter Skellern.

24. El workprint no incluye el plano de Leon cayendo al suelo, tras ser disparado por Rachel (Sean Young) tras la violenta pelea con Deckard, ni el de Rachel dando un paso adelante tras eliminarlo.

25. Ya en el apartamento de Deckard, Rachel toca unas notas al piano. La melodía es ligeramente distinta de la de las otras versiones.


26. No disfrutamos de esa hipnótica toma insertada más tarde en las otras versiones, que muestra como Rachel se suelta el pelo.

27. La banda sonora en toda la secuencia del apartamento es distinta.

28. En el edificio Tyrell, Roy Batty llama “Father” al Dr. Eldon Tyrell, y no “Fucker” como en el resto de versiones. Este “father” también se recuperó para el Final Cut.



29. La muerte de Tyrell es algo menos violenta en el workprint que en el resto de versiones.

30. Después de matar a su creador, oímos a Batty llamar a Sebastian (ven, ven, Sebastian). Esto también se ha recuperado para el Final Cut, pero no está en el resto de versiones.

31. Cuadno Deckard se asoma al balcón de su apartamento, podemos oir el sonido de una sirena.

32. En las versiones definitivas hacia el final de la película, la música de Vangelis sustituyó a una pista de música provisional, incluída en este workprint. Se trata de extractos de El Planeta de los Simios de Jerry Goldsmith y Humanoides en el Abismo, de James Horner.

33. Durante la confrontación final, Batty retuerce los dedos de Deckard hasta dejárselos del revés. En el workprint podemos ver una mano protésica que llevó Harrison Ford en algunos planos posteriormente eliminados.

34. Falta el instante en Roy tira de Deckard a través del muro, empotrándole en la pared.

35. Plano inédito de Decarkd colocándose bien los dedos, sentado en una bañera.

36. La escena en que Roy atraviesa su mano con un clavo es menos sangrienta que en las otras versiones.

37. Seguimos a Harrison Ford por el ruinoso edificio, mientras, fuera, arrecia la tormenta. En algún lugar suena un trueno. Este efecto de sonido no está presente en el resto de versiones.

38. Roy Batty rompe la pared de un cabezazo y se asoma al otro lado. Cortamos a un primer plano de Harrison Ford, y justo entonces, oímos a Batty decir: "¡Vamos! ¿No sientes dolor?”. Esta línea de diálogo no está en resto de versiones.


39. La muerte de Roy Batty es acompañada de una narración inédita de Deckard, algo más corta pero más intensa, más profunda y mejor interpretada por Harrison Ford.

40. Cuando Rick Deckard vuelve a su apartamento, faltan una serie de planos que dotan de mayor suspense a la escena. A cambio, el workprint nos muestra un plano general en el que registra su casa y entra en el dormitorio.

41. Al salir del apartamento, faltan algunos planos, como en el que Deckard le dice a Rachel que espere, un plano de detalle del unicornio de origami, así como otro en que ella está esperando junto al ascensor.

42. Y por supuesto, la película acaba sin el Happy End tan denostado por algunos fans y por el propio Ridley Scott.

Y ya está. Al final, el señor Paul M. Sammon se despide declarándose fan absoluto de esta "copia cero" (me refiero a Blade Runner, no a mi blog, ojalá), por ser, a su criterio, la más emocional y adulta de todas las versiones del film. Personalmente también he disfrutado bastante del workprint, sobre todo con las diferencias más ostensibles, como el choque de Holden con el teclado o la narración
inédita de Deckard, a todas luces superior a la original, tanto por lo que dice como por la interpretación de Ford

Gracias por aguantar hasta al final.

sábado, agosto 06, 2011

Bastardos del Celuloide (Parte IV)

Ya estamos de vuelta en la que será, tristemente, la última singladura de Bastardos del Celuloide. Pero he dejado lo mejor para el final; un caso modelo, arquetípico, que sintetiza todo lo visto hasta ahora. ¡Preparaos para la traca final! 

1. Sean S. Cunningham's House

Hay ciertas películas que son de alguna forma familiares y desconocidas al mismo tiempo ¿Quién no ha pasado años observando las mismas carátulas en un videoclub sin atreverse a alquilarlas o sin tener la menor idea de qué tratan? Para mí, ese fue el caso de la saga House, del productor Sean S. Cunningham (creador de Viernes 13). Esas manos huesudas son todo un referente iconográfico para mí, sin ni siquiera haber visto nunca estos filmes.

La primera de ellas, House ¡Una casa alucinante! (Steve Miner, 1986), es una amalgama de casi todos los elementos arquetípicos del cine de terror, revisionados en forma de comedia negra. En la segunda parte; House: The Second Story (Ethan Wiley, 1987), el título original se respetó, pero el subtítulo fue ¡Aun más alucinante!. En este caso, es solo una secuela de nombre, pues no se repite un sólo personaje de la primera parte y ni siquiera la casa del título es la misma.

En 1989 se estrenó un film norteamericano que todos conocemos como House III (James Isaac & David Blyth). Aquí está la madre del cordero: en EE.UU. esta película se llamó The Horror Show y si bien estaba realizada por el mismo equipo de producción de House, nada tenía que ver con las anteriores. No obstante y como estrategia comercial, decidieron estrenarla en el resto del mundo como House III para aprovechar el tirón en vídeo de las otras. Lo curioso de este caso es que estamos ante una falsa secuela vendida como tal por los mismos productores, no ya por la distribuidora, que nada tuvo que ver en esta maniobra de puro márketing.

Y resulta que los productores se pillaron los dedos. Cuando se propusieron “continuar” la franquicia de House de manera oficial, tuvieron que tener en cuenta que a The Horror Show la habían titulado House III. Por tanto, y para evitar confusiones a nivel internacional, se vieron obligados a titular esta continuación de House II como House IV (Lewis Abernathy, 1992), provocando una evidente confusión en el espectador americano (que no sabía nada de la existencia de una tercera parte).

Pulsa PLAY para ver las fichas virtuales de la saga HOUSE.

De House he visto recientemente la primera película; a pesar de ser una divertida comedia negra que rezuma ochentismo por los cuatro costados, me dejó más bien frío, debido al miedo y las expectativas que me despertó su carátula durante mi interminable deambular por los pasillos del videoclub de mi pueblo.

2. La casa (Filmirage)

Hasta ahora todo queda en casa (nunca mejor dicho). Pero nos vemos obligados a hablar de una sorprendente fechoría perpetrada, una vez más, por productores, distribuidores y directores italianos, íntimamente relacionada con la mala pata de Sean S. Cunningham y los suyos, pero que también implica otros títulos muy conocidos.

Y es que lo de Italia fue un auténtico desbarajuste. Todo empezó con otra saga sobre casas encantadas sobradamente conocida: las Evil Dead de Sam Raimi, que mientras en España se llamaron Posesión Infernal y Terroríficamente Muertos (dos traducciones no del todo censurables, a mi entender), en Italia se titularon La Casa y La Casa 2.

Carteles italianos de Evil Dead I y Evil Dead II

Hasta ahí todo bien, pero en 1988, la productora italiana Filmirage (regentada por Joe D’Amato, futuro nombre importante del cine pornográfico) decide rodar no una, ni dos, ni tres sino ¡cuatro secuelas apócrifas de los films de Raimi!. Todas ellas - salvo la cuarta, que nunca llegó a rodarse - se ambientaron en Estados Unidos con actores norteamericanos, pero, por lo que he sabido, en ninguna de ellas se menciona el Necronomicón Ex Mortis, ni a las ruinas kandarianas donde fue hallado, y por supuesto tampoco aparece Bruce Cambpell.

La Casa 3 (Umberto Lenzi, acreditado como Humphrey Humbert, 1988) no guarda pues ningún punto en común con The Evil Dead, así como tampoco lo hace La Casa 4 (Fabrizio Laurenti, acreditado como Martin Newlin, 1988), que sin embargo está rodada en Massachusetts (como Evil Dead) y protagonizada por dos actores de renombre, David Hasselhoff y Linda Blair. En Estados Unidos se estrenaron como Ghosthouse y Witchcraft respectivamente.


Carteles de las películas italianas La Casa 3 y La Casa 4

La casa 5 (Claudio Fragasso, acreditado como Clyde Anderson, 1990) vino a complicar bastante las cosas, pues según Wikipedia, mientras en Italia se mantenía como una secuela apócrifa de Evil Dead, en Norteamérica ha conocido el título de Beyond Darkness ¡pero también House 5! ¿Cómo es posible, si el House IV de Lewis Abernathy no llegó hasta 1992? IMDB nos da la respuesta: el título House 5 aparece en una edición en vídeo posterior al estreno de la cuarta parte oficial de la saga House.


La casa 5, producción italiana, junto al cartel italiano
de
House II: The Second Story, titulada La Casa di Helen

Pero la historia aún no ha acabado. Pues, de vuelta en Italia, House II: The Second Story de Ethan Wiley, recibió por título La Casa di Helen, y se publicitó como si se tratase del sexto capítulo de la serie La Casa. La misma suerte corrió The Horror Show (recordad, House III en su estreno internacional), que pasó a ser La Casa 7. Por lo tanto, ambas quedaban desvinculadas de la película dirigida por Steve Miner (que se llamó en su día Chi è sepolto in quella casa?).


Carteles italianos de The Horror Show y Army of Darnkess

Así pues, cuando nuestra estimada Evil Dead 3: Army of Darnkess (Sam Raimi, 1993) llegó a Italia, no se la llamó La Casa 3, como hubiera sido lógico, ni tampoco La casa 8, integrándola de nuevo a la saga. Según la Wikipedia italiana “fu intelligentemente tradotto alla letrera” pasándose a llamar L’armata delle tenebre.
Me pregunto si el italiano de a pie, o al menos el italiano cinéfilo de a pie (ya sé que a los no cinéfilos les importará bastante poco) tendrá claro todo este desbarajuste, o por el contrario estará hecho un lío. Como puede verse, las interrelaciones entre Evil Dead, House y La Casa son de lo más confusas, y no obstante ilustrativas para nuestro análisis. Desde luego, nunca he visto caso igual.
***

Y así, con esta colección de casas encantadas, doy por finalizada mi particular saga Bastardos del Celuloide. Ha sido un viaje intenso, agradable y sobre todo muy entretenido. Confío en que os haya gustado y que haya dado pie a investigaciones paralelas por parte de la comunidad bloguera o tantos otros cinéfilos.

Muchos lectores me han sugerido otros ejemplos que irremediablemente tendrán que quedarse en el tintero de manera indefinida, pero vaya mi agradecimiento a "Corben", quien propuso Cruel Jaws, de Bruno Mattei y apuntó la conexión de La Casa con las sagas norteamericanas, "Jinete Fantasma", que me habló de la desvergonzada productora Assylum, y "Wakamole", que me mostró el cartel de la versión Filmirage de Reanimator II.

Gracias también a los blogs, webs y foros que he ido mencionando en las fuentes bibliográficas, pues han aclarado muchos datos oscuros. Pero sobre todo, gracias mi buen amigo Francisco Gabaldón, a cuya ardua investigación se deben gran parte de estos textos.
Un saludo y hasta la próxima. Vivid el cine, pues es mucho más intenso que la vida, y casi siempre termina bien.

Fuentes bibliográficas.

http://it.wikipedia.org/wiki/Sequel_apocrifi_de_%22La_casa%22
http://www.imdb.com/title/tt0103802/releaseinfo